¿Sabes quién eres?
¿Te reconoces?
Pon en valor tu valor.
Comprende la expresión.
Confía en ti.
En ti como personaje.
Porque lo que ya ERES, no se va ni con agua caliente.
Al humano hay que saber acompañarlo.
Escúchate.
¿Cómo quieres que te escuchen si no te escuchas?
Sé amable contigo.
Este es el principio.
Amabilidad y firmeza.
Siempre de la mano.
Junto con la dosis de coherencia.
Lo estoy haciendo desde la mayor consciencia…
Lo mejor que hoy sé.
Tiempo y paciencia.
Grandes amigos.
Únete a ellos.
Sin perderlos de vista.
Deja que te acompañen en todo el trayecto.
Tu mayor oficio,
Y de ahí créeme que hay beneficio,
Es el autoconocimiento.
Cada día.
Y a cada paso.
Es la llave que te abre todas las puertas aquí en la Tierra.
Conócete y barre toda creencia.
Comienza a silenciarte.
Reflexiona en la naturaleza.
Muévete.
Más lento o más rápido.
Tus ritmos no son estáticos.
Pero muévete.
Con la Vida.
Esa Vida que eres.
Puro movimiento.
Deja que te atraviese.
Con todo acontecimiento.
Mirada de principiante.
Es desafiante sí.
Confía.
Certeza.
Sin preguntas.
Sin respuestas.
Siente el silencio.
Un abrazo profundo,
Patricia.