No hay nada seguro.
¿Te has dado cuenta?
La Vida no te debe nada.
Y todo puedes perderlo en un momento.
Al Universo no le importas.
Deja de «comprar» eso.
Date cuenta de que no eres nada; nadie.
Y desde ahí, comienza con una nueva visión.
Aprender a mirar para poder ver.
¿Qué se necesita realmente?
Más allá de eso que se nos exige como esclavos a pagar.
Todo lo demás,
Practicamente,
Se puede eliminar.
Párate a pensar.
Hay mucha «chuchería» que se puede evitar.
Tanta creación para el entretenimiento…
Tanta invitación a buscar en lo exterior…
Darse cuenta y tomar las riendas.
Asumir la responsabilidad.
Hacerse cargo.
Madurar.
¿Quieres Libertad?
Suelta todo lo innecesario.
Vacíate.
Quítate importancia.
¿Qué mensaje captas con los acontecimientos que surgen diariamente?
¿Quién eres?
¿Quién te crees que eres?
¿Dónde vas a esa velocidad?
¿Qué pretendes acumular?
¿Y para qué?
Suelta y vive el vacío.
Siéntelo.
Experimenta.
Explora qué sucede cuando te entregas a lo desconocido.
Al silencio.
A la ausencia de sonido.
¿Qué sucede cuando te sientas en quietud y tan solo observas lo que aparece?
¿Puedes?
¿Qué ocurre cuando lo sostienes?
¿Te atreves?
Dime,
¿Qué es lo peor que puede suceder?
De nuevo nace la pregunta:
¿Qué necesitas Realmente?
Un profundo abrazo,
Patricia.