El silencio como aliado

El silencio como aliado

Potencialidad.

ESO que ya ERES y habita dentro.

Ya está.

Ya ERES.

La invitación es educarse, es decir, sacar de dentro hacia afuera.

Cuando sabes que la semilla ya está ahí, bajo la tierra, la tarea es regar.

Este es el compromiso.

¡Descúbrela!

Abona esa tierra fértil.

Con Amor y ternura.

Y desde ahí, paciencia.

Recordar tu potencial lleva trabajo.

Y es arduo, no te engaño.

Pies en el suelo.

¿Espiritual?  Sí, pero habitando en la vida cotidiana.

Bajar el cielo a la tierra.

Y continuar cortando leña y acarreando agua.

Vivir presente.

Y atentamente.

A tu manera.

Vive tus tiempos.

Escucha tu cuerpo.

Vivir consciente.

Dime, ¿dónde pones tu atención?

Esa es la guerra.

La batalla consiste en dominar nuestra atención.

Aprender a cultivar el silencio.

Silencio creador.

Y también digo con certeza sanador.

Sentarse y sentirse.

No hay mayor maestro.

Sobran tantas palabras…

Déjate atravesar por él.

Escúchale con curiosidad.

Humildad para desaparecer en él.

Disolverse como el bloque de sal que tiras al mar.

Crea tu espacio.

Cultívalo.

Sostén.

Deja de buscar ruido exterior.

Abandona el circo.

Enfréntate al dragón interior.

Míralo; obsérvalo.

Hazte su amigo y dale su justo lugar.

El silencio ha de incorporarse en la vida cotidiana.

Ahora es el momento.

No te engañes diciendo no tengo tiempo.

La mente siempre busca el camino fácil.

Reflexiónalo.

No creas nada de lo que aquí lees.

No hay ninguna Verdad.

Es sencillamente un compartir espontáneo, pura inspiración.

Te invito a que experimentes por ti mismo.

 

Un profundo abrazo,

Patricia.