La escritura transforma

Escribir a mano es encontrarme.

Es ir al encuentro de lo que Soy.

Al Yo profundo.

A la raíz.

A aquello que no nació.

Aquello que siempre estuvo, está, estará.

Pura Verdad.

Ir más allá del cuerpo,

De lo mental.

Siento que miro menos afuera.

¡Sigo mirando sí!

Pero ahora me doy cuenta.

¡Gran diferencia!

Ya no busco allí las respuestas.

¿Será la experiencia?

Verás, no es sencillo encontrarse,

Descubrirse.

Pero tampoco imposible.

¿Cuánto quieres gobernarte?

¿Ser tu propio patrón?

La serenidad parece instalarse.

Se siente cómoda aquí adentro.

Promete quedarse.

Promete enseñarme,

Y acompañarme en esta vuelta a casa.

Respiro más lentitud.

Observo la ecuanimidad.

Y la coherencia,

Nunca marchó…

Fue el personaje

Corriendo la maratón.

Disfrutar del camino.

Me silencio

Y escucho al oído:

«Autenticidad».

Calidad antes que cantidad.

Minimalismo genuino.

Bienestar que no tiene precio.

Vida espontánea

Que no compras en ningún comercio.

¿Por qué cuesta tanto encontrarla?

Por que no se compra…

Se construye,

Se trabaja.

Compromiso.

Responsabilidad.

Confianza.

No hay más pasos que los tuyos.

Compréndelo e intégralo.

Y desde ahí,

Vive.

Un día a la vez.

 

Profundo abrazo,

Patricia.