Conocerse a uno mismo.
Aceptarse en esta condición humana,
Y habitar este mundo de formas.
Cuando aprendo a ser amable conmigo,
Hago el camino ligero,
Fluye.
No hay tensión,
No hay rigidez,
Surge una flexibilidad que brota de la firmeza.
Estoy en la mitad del camino,
Certeza.
«Ya estoy casi en casa».
Ahora camino desde mi mirada,
A mi ritmo.
Y mi ritmo no todos los días es el mismo.
Pero el compromiso SÍ es cada amanecer.
Compromiso conmigo.
Vivir serena,
Vivir en paz,
Tranquilidad…
Tan sencillo como estar CONMIGO.
Estar presente.
Me acompaño plenamente.
Me sostengo,
Me observo,
Atenta,
Amable,
PRESENTE.
Desde ahí,
Desde ese lugar,
Estoy aquí.
Puedo ver la Verdad del momento.
No es mi mapa automático.
El mapa no es el territorio, me recuerdo.
Es la Verdad de lo que acontece,
Lo que aparece.
Lo Real.
Vivirme muy presente.
Observar este psico-cuerpo.
Soltar amablemente todo automatismo,
Mecanicismo…
No soy artificial.
Soy orgánica,
Natural.
Este cuerpo morirá,
Igual que nació.
La experiencia terrenal terminará.
Sin apego.
Aquí todo tiene un principio y un final.
A recordar:
Memento mori.
Camina y juega.
No hay nada más.
Siempre camino medio.
Todo en extremo,
Es veneno.
Un profundo abrazo,
Patricia.