Palabras a mí misma.

Pero al tocar un Alma humana,

Sea sincera y sencillamente,

Otra Alma humana…

Querida Patricia,

Mucha sencillez y horizontalidad en tu bello oficio de acompañar.

Mucha amabilidad, lentitud y calidez.

Respeta los tiempos.

Escucha.

Escucha con absoluta atención.

Como si fuese lo último en tu Vida.

Comprensión.

Que no es entendimiento.

Comprensión que nace del corazón.

Compasión.

Y Con pasión,

Por todo humano haciendo camino.

Dando pasos en su desierto.

Hacia su destino.

Acompañar,

Que no es salvar.

Y tampoco ayudar.

Acompañar es caminar al lado.

Horizontalidad.

De igual a igual.

Humanos mirándose…

Con compromiso.

Con responsabilidad.

Es guiar con benevolencia,

Y dosis de verdadera humildad.

Mariposas haciendo su viaje…

El viaje más largo.

El que nunca va a terminar:

Conocerse a uno mismo…

La gran medicina.

El gran resultado.

Mirada de principiante,

A cada paso.

En el viaje desvelo mi Esencia.

La muestro.

La comparto.

La pongo al servicio.

Me vacío.

Me olvido del «yo chiquitito»

Brota la profundidad.

Me recuerdo,

«Saldré de este mundo como llegué: desnuda».

Camino.

Observo.

Comprendo.

Aprendo.

Integro.

Comparto.

Me aparto.

Me marcho.

Siempre me encuentro a través de la creatividad.

Por ese motivo ya no la suelto.

Por ese motivo,

Me vivo con auténtica espontaneidad.

Soltar y saltar.

¡Báilame Vida!

 

Un profundo abrazo,

Patricia.